EL ARTE DE NO ENCAJAR

Me quiero. Y quiero que me quieran libre, porque la palabra "libertad" está tatuada en mis venas. 

Quiero que me quieran sin maquillar, descalza, despeinada, hippie. Con tatuajes o sin ellos. 

Quiero que me quieran como la yegua salvaje que soy. Indomable como Mustang. 

Porque me ha costado ser tan libre como lo soy hoy en día y me ha costado no avergonzarme de cómo soy, pero lo he conseguido y no hay vuelta atrás. 

Las mujeres hemos y seguimos luchando por ser cada vez más libres. Probablemente es el post más feminista que he subido, pero los que me conocéis sabéis de qué feminismo hablo. El real.

La libertad encadena contradictoriamente a la sociedad y las mujeres somos las que más lo sufrimos desgraciadamente. 

Aun a día de hoy, el mundo se basa en el "qué dirán" y si os soy sincera, me importa lo más mínimo. 

Porque, chicos, estamos hechos para ser ruidosos.

 Hablar, bailar, decir, decidir, reír a carcajadas y no controlar tu risa, sonreír, desfasar, soñar... ¿Quién es quién para que nos coarte la libertad de expresar todo esto?, ¿Quién es quién para decidir por nosotros?. 

Tú, tu verdad y tu personalidad van de la mano y hay que ser conscientes de que no a todo el mundo le va a agradar tu forma de actuar o de ser, pero el pensamiento más sincero que tengo es el siguiente: mientras no hagas ningún daño a tu prójimo, VIVE. 

Porque las personas encadenadas a lo que pensará la gente, finalmente son las más infelices y tal vez las más superficiales y, a estas alturas, ya no estamos puestos para la superficialidad ni las apariencias. APARENTA LO QUE ERES Y, SOBRE TODO,  SE LO QUE APARENTAS.

No te preocupes, que quien te quiera te va a querer alocada, delicada, empapada en lágrimas y corriendo por la playa. Y va a mirarte y pensar "está loca, pero eso es lo que más me gusta de ella". 

Como siempre digo, bendita locura las de los "libertos", nacidos en la esclavitud de la sociedad pero que hemos conseguido salir de ella, para pensar en nosotros, y... ¡Qué bien se siente!

Tal vez mañana no estés aquí, y te habrás perdido mil cosas, por miedo a las críticas de la gente. 

"Quien critique mi camino, le presto mis zapatos". Una de mis frases favoritas y un lema de vida.

¡Que vivan los idiotas, que nos hacen reír!, qué ridículo es callarse cuando quieres decir que estás bien cuando todo va mal, que solo te sale cantar... mientras se matan ahí fuera y las cabezas vuelan... ¡Qué alegría más tonta!, como diría Leiva.

Desde aquí y desde esta pequeña reflexión os invito a quitar piedras de vuestra mochila y probar a ser vosotros mismos, sin escudos ni caretas. Solo tú. Solo yo. Solo nosotros en nuestra esencia más plena.

Os dejo un poema que escribí ya hace un tiempo y uno de mis preferidos.

MI CHICA HURACÁN

Mi chica huracán,

Que recorre los barrios de Hollywood

Bailando bajo la lluvia

Con un par de medias rotas

Mientras yo me resguardo bajo el paraguas

La gente la mira,

Girando la cabeza a su paso.

Sería difícil no mirarla,

es tan preciosa en su locura

Que hasta al cuerdo más cuerdo

Le resultaría difícil no enamorarse de ella.

Es un cosmos desastroso,

Pero juro que ningún desastre

Puede compararse con el suyo propio.

Creo que me enamoré de ella 

Por su pelo despeinado.

 tantos nudos en la cabeza,

Terminan por enredarte.

Despacio,

Muy lentamente,

Hasta que ya no puedes moverte.

Aún así,

No tengo pensado cortarle el pelo.

Me encanta como se mueve

Al son de la música de sus labios

Es la mujer más ruidosa

Que he conocido en mi vida.

Cuando nos despedimos,

Su risa, esporádica y atemporal,

Se incrusta en lo más profundo de mi mente

De tal forma que acallarla,

Sería una cruel manera de despreciar el arte

Es un vaivén constante que te anima a quererla

Cuando llega,

 Sus pasos firmes sobre el suelo de tu casa,

Retumban,

Y sabes perfectamente que está aquí.

Porque su presencia se nota,

Y su ausencia,

Créeme cuando te digo,

Que se siente.

Malena García