Desmotivación (un pequeño desahogo)

 "Qué difícil es decidir cuando tu mente te dice renuncia y el corazón te pide a gritos un último intento"

Recuerdo que a los ocho años, yendo hacia el colegio con mi abuela, me paré en una cuesta y le dije "abu, quiero ser jueza para poder ayudar a niños como yo". Niños a los que no se les escuchaba y parecían maletas de un lado para otro, con muchos problemas, ya que sus padres estaban jugando con ellos al tira y afloja.

Desde esa edad he tenido claro lo que quería hacer con mi vida, y no he cambiado nunca de opinión. Hoy en día estoy en la carrera de derecho y, desgraciadamente, no lo estoy sacando como a mí me gustaría por miedos, inseguridades, depresiones y ahora mismo, desmotivación. 

Siento que mis familiares vayan a leer esto, pero es mi forma de desahogarme, y me llamarán "víctima" o "exagerada" pero yo voy a decir lo que siento.

El año pasado no pude sacar las asignaturas que quería, debido a una fuerte depresión que tuve, y puse todo el esfuerzo que me quedaba en sacar la segunda asignatura que me salvaría el curso.

Llevo al menos un mes o dos totalmente desmotivada, porque siento que no tengo el apoyo de mi familia. Me siento bastante rota por dentro porque están constantemente en mi casa diciéndome que deje la carrera, tirándome pullas para intentar que la deje y es un machaque psicológico bastante grande, ya que yo siempre he ido en línea recta y ahora me siento muy perdida, porque entre mis inseguridades y la falta de confianza que veo por parte de "mis seres queridos", estoy en un túnel donde no veo la salida.

Y siento mucho contar lo que voy a contar ahora, pero lo necesito.

Siempre he tenido dos pilares: mi abuela y mi madre. A mi abuela la tenía en un pedestal porque era mi modelo a seguir, para mí era perfecta y tenía admiración por ella. Una mujer fuerte con una infancia muy dura.

En agosto o en septiembre, se me cayó del pedestal por completo. 

Yo estaba preparada para darlo todo en este curso porque ya me sentía muchísimo más recuperada, hasta que antes de comenzar el curso en el que me iba a poner las pilas, mi abuela se intentó suicidar diciendo antes unas palabras que me partieron en pedazos. Ya no sé quién es, ni confío en ella. Se me han abierto tantísimo los ojos desde entonces, que ya desde ese momento me desmotivé.

Ahora en mi casa, son constantes los comentarios tipo "a mí me gustaría que dejase la carrera", "tienes muchos dones, podrías hacer un montón de cosas", "me ha dicho tu abuela que vas a dejar de estudiar". Y me parecen comentarios, que igual no van a malas, pero me parecen muy tóxicos y me duelen como puñaladas en el pecho, porque EN MI VIDA DECIDO YO, y ya he decidido. Y aunque nadie haya dado un duro por mí desde pequeña, por ser hija de quien soy, estoy muy orgullosa de haberles dado zascas en la boca a todo aquel que pensaba que iba a ser una niña perdida.

SIGO YENDO EN LÍNEA RECTA, aunque mi familia me haga de menos, me subestime y me compare. 

En la vida hay baches, y yo los pienso saltar ya que nadie me va a despegar de mis metas, porque SIEMPRE las he tenido claras y ahora no voy a desistir. 

Sinceramente, me gusta ser una persona educada pero llega un momento en el que llegas a pensar: Que se jodan todos los que no apuestan por mí, que se joda hasta mi familia y todos aquellos que NUNCA han creído en mí.

 Porque sí, es cierto que estoy rota, pero por ahora. Y no voy a permitir que las cosas de fuera me sigan influyendo, sobre todo de gente tóxica y que siempre ha sabido manipular a los demás a su antojo. 

Y cuando me vean arriba después de esa toxicidad que sueltan por la boca y mediante sus actos, yo no les miraré por encima del hombro, porque no soy como ellos y me alegro de no serlo.

Gracias mamá por ser la única persona en este mundo que me da fuerzas. Te quiero.



(un pequeño desahogo que necesitaba...)

Que nadie os desvíe del camino que habéis elegido, ni siquiera vuestra familia. Y si queréis tomar otro camino también estáis a tiempo, juzgue quien os juzgue buscad vuestra felicidad y nunca la de los demás. Y recordad que nadie es menos que nadie. Abajo la tristeza y arriba el orgullo.

Comentarios

  1. Una historia increíble, estoy seguro que va a ayudar a mucha gente con problemas familiares similares, la depresión es una de las enfermedades que más sufrimos los jóvenes en estos tiempos y que menos importancia se le da. Mucho ánimo con la carrera y cierra la boca a aquellas personas que no creen en ti, esa es tu fuente de poder.

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