MIS POEMAS

 

Cuando escribo, suelo escribir en momentos de explosiones de tristeza, de incomprensión, o, todo lo contrario, momentos de euforia. No tengo término medio, soy extremista (para mí misma). 

Aquí os dejo dos de mis poemas en los que me siento muy identificada, que tienen relación con mis dos últimas entradas. La ansiedad y los miedos e inseguridades. Sólo los subo porque a mí me ayudan mucho a tirar hacia delante cuando me encuentro mal, no porque sea la nueva "Gustava Adolfa Bécquer".

Por aquí os los dejo, espero que los disfrutéis.

PEQUEÑA

"La llaman pequeña,

Por su metro cincuenta y poco,

Porque no llega al último estante del armario, 

Porque cuando besa,

El mundo se tiene que poner de puntillas para ella.

La llaman pequeña,

Porque el miedo corroe sus venas,

Porque utiliza tacones, 

Que le hacen daño.

Y no se da cuenta

De lo preciosa que está descalza.

Sin ataduras,

Libre como el viento que acalora sus mejillas,

Dejando a un lado las inseguridades,

Olvidando sus múltiples miedos.

Olvidando el miedo a bailar descalza

Sobre sus propios cristales.

El universo la llama pequeña, 

Porque está ciego,

Porque no ve que tras su fachada,

Hay una pequeña gran mujer.

Y lo peor de todo,

Es que ella tampoco lo ve."

Malena García

DESAPARECIDA

"A veces desaparece entre sus cuatro paredes.
Entre boca y boca,
Y los raíles de aquellos tranvías que la atropellan.

A veces desaparece, 
entre el humo de un cigarro,
Y la espuma de una cerveza,
Intentando por todos los medios inyectarse su poderío en vena.

Desaparece entre las bocacalles que pocos conocen,
A menudo descalza y sin rumbo fijo,
Con los labios del color exacto de sus ojos.

Ella, 
a veces enmudecida 
Y otras veces incapaz de callarse,

De aspecto e intenciones sórdidas en ocasiones,
A la espera de no sentirse tan pequeñita por dentro.

Muy de extremos. 
Demasiado orgullo, 
demasiada sensibilidad.

Proclamada tormenta incesante, 
Que se alimenta de breves momentos de felicidad,
De los que prescinde por creerlos eternos.

Desaparecida, 
Quizás dominada por la sensación de control,
Dejando contradictoriamente que la inercia sea su guía,

Se duerme en los brazos de Morfeo,
esperando, 
Una vez más,
Que todo esto acabe."

Malena García.